Sí, sí, sí. Para cerrar con broche de oro esta semana de sucesivos posteos de mis queridísimos compañeros hijosdelrigorenses, aquí me siento frente al monitor para hacer alguna que otra referencia en cuanto a las temáticas que más me divierten.
Pensando y pensando (bue…tampoco tanto) sobre qué iba a escribir hoy, se me ocurrió reivindicar a nuestra web 2.0.
En lo personal, esta semana me estuvieron bombardeando de todos lados con ella, en charlas con amigos, en la facultad y también se habló en este blog en el comentario de Nati y de María.
Para comenzar, me gustaría definir qué es la web 2.0: «son todas aquellas utilidades y servicios de Internet que se sustentan en una base de datos, la cual puede ser modificada por los usuarios del servicio, ya sea en su contenido (añadiendo, cambiando información o asociando datos a la información existente), en la forma de presentarlos o simultáneamente.»
En términos más simples, web 2.0 es hacer lo que estamos haciendo en este momento y lo que probablemente hacemos con frecuencia, es interactuar.
Muchos dicen que al masificarse tanto los usuarios de fotologs, blogs o redes sociales estamos perdiendo muchas cosas, por mi parte creo que sumamos muchas otras y que es válido que tengamos la libertad de compartir ideas, opiniones, locuras, música, paisajes o inclusive acercarnos a culturas que ni nos imaginábamos que existían.
Como en todo ámbito uno toma y deshecha cosas, queda en el criterio propio qué consumir y qué dejar de lado. Igualmente la responsabilidad es tanto para el que comunica como para el que consume.
En definitiva, como he leído por ahí: “Eres lo que escribes, eres como escribes”.
Por Ninela Teso.